Tras dormir a unos 30 km de Zurich, nos pusimos en camino. Llegamos a Zurich, una ciudad bonita en especial por el río que la cruza, donde la gente se puede bañar al igual que en el lago. De camino a este nos paramos en un mirador desde el cual había unas vistas geniales! Pero lo mejor fue el momento en el que descubrimos a un grupete de señores mayores jugando en aquel mirador a un ajedrez gigante con piezas enormes, donde nos paramos a mirar como jugaban, y de paso Gonzalito y Gaby decidieron echarse una partidita. Al lado del lago visitamos una catedral muy bonita en la que nos paramos a tomar una cervecita. Haciendo la comida en la caravana, tras este paseo , un señor muy majete se puso a charlar con nosotros y de pronto le dio por bajarnos unos pasteles, muy ricos por cierto, poco después otro señor, este mas gilipollas, comenzó a llamar a la policía por lo que recogimos el campamento y salimos disparados a otro sitio en el cual poder comer a gusto. Nos paramos en un sitio donde comimos con unas vistas increíbles. Así que al final lo de salir escopetaos tuvo su recompensa.
Zurich: Una ciudad muy bonita en la cual se acoplan de forma natural lo antiguo con lo contemporáneo. Nos queda la sensación de haber disfrutado de la ciudad al completo en un solo día.
Nos pusimos en búsqueda de Valeria que estaba perdida de camino a Munich. Una vez la encontramos, pusimos rumbo a la EJC. Hubo muchas facilidades para llegar a Munich, pero ninguna para encontrar el recinto de la EJC. Tras unos pirulos, pudimos dejar a Valeria en el parking de la EJC. Acto seguido, fuimos a buscar a Anaquin (Guillermin) al aeropuerto.
Mientras tanto Anaquin a las 22:30 nada mas llegar al aeropuerto: "Me cago en estos cabrones... no he podido contactar con ellos en ningún momento... Bueno, digo yo que en 30 min. como mucho estarán por aquí.
Finalmente, a las 22:45 aproximadamente, pude contactar con Gon, quien me dijo que en media hora estarían conmigo, así que me quede más tranquilo y me pude sentar a leer un rato. Cuando me di cuenta, eran las 00:30 y estaba medio dormido tumbado en los asientos de el aeropuerto. A las 01:00, una llamada de mi madre me despertó y hablé con ella diciendo que no se preocupase, que vendrían a por mí (aunque lo dudaba mucho, y ya me estaba planteando dormir allí). Más tarde, sobre la 01:30, vinieron todos los mohicanos con sus pelos y gritos de guerra en la caravana gritando GUILLE! y finalmente, llevándome con ellos".
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